En el Ejecutivo están convencidos de que no pueden seguir discutiendo sobre el agua potable que le falta a una comunidad o la electricidad que le falta a otra, y se han propuesto encontrar una forma de relación con perspectivas de largo plazo. Es lo que refiere el viceministro de Gobernanza territorial Raúl Molina."Después de varios meses de tratos, tenía la sensación de que nos desgastábamos mucho tanto las organizaciones indígenas como nosotros en negociaciones individuales sobre los mismos problemas. Entonces, identificamos todas las necesidades de servicios e infraestructura de estas comunidades para que, en un plazo de 6, 7 u 8 años todas tengan un mismo nivel de cobertura de agua, transporte, salud, educación y también oportunidades económicas. Con estas prioridades estamos armando una estrategia de desarrollo", sostiene Molina respecto al Plan de Cierre de Brechas.