LO OPUESTO AL CASTIGO
28 de enero de 2020

Que partidos como el Apra, Fuerza Popular o Solidaridad Nacional han recibido una sanción de parte de la ciudadanía en las elecciones del domingo es una verdad incontrastable. Esas tres organizaciones han conocido de victorias en otros procesos electorales (ya sean estos presidenciales, congresales o municipales) y esta vez, en cambio, o no pasaron la valla u obtuvieron una porción de curules bastante magra en comparación con la que consiguieron en los comicios del 2016 (Fuerza Popular, en concreto, contará esta vez con una bancada que representa apenas una fracción de lo que fue la anterior).En más de un caso lo sancionado es una performance congresal penosa y en el otro, más bien, una campaña plagada de ataques estridentes, mentiras y ofensas. Pero, como decíamos al principio, que lo registrado en las ánforas con respecto a esas agrupaciones ha sido un castigo es indudable.Lo que han recibido los otros partidos presentes en la futura conformación parlamentaria, sin embargo, no está tan claro. ¿Han sido premiados? ¿Han sido solo los marginales beneficiados de un contingente de votantes que tenía muy bien precisados sus repudios pero no tanto sus preferencias? ¿O se les ha brindado una oportunidad para demostrar que son capaces de hacerlo mejor que sus predecesores.