Una vez más la conformación de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) ha sufrido un revés. Es verdad que cinco de los siete miembros titulares seleccionados por la comisión especial para integrar ese cuerpo juraron ayer sus cargos, pero esa parcial noticia positiva no logra borrar el mal sabor que deja la circunstancia de que la juramentación de las otras dos personas originalmente elegidas para ese fin tuviera que ser suspendida a último momento. De forma similar a lo ocurrido seis meses atrás con Pedro Patrón Bedoya, información preocupante pero conocida desde varios días antes sobre esos aspirantes -Marco Tulio Falconí y María Zavala Valladares- forzó a la comisión especial a detener el proceso en la hora nona. Esto a pesar de que en un comunicado con fecha 4 de enero (y cuestionado luego por las representantes del Ministerio Público y el Tribunal Constitucional en la comisión) se había aseverado que el concurso se había "desarrollado con apego irrestricto a las leyes y normas vigentes".