PERSPECTIVAS. El 2020, el desempeño de la economía peruana dependerá de las anchovetas, de los caprichos de Donald Trump y de un salto cualitativo en la capacidad de gasto del sector público nacional. Así lo prevé el Reporte de Inflación (RI) del BCR. En efecto, se anticipa una mayor presencia del insumo principal de la industria de harina y aceite de pescado, mientras que respecto al presidente de Estados Unidos, parece ser que ha atenuado su guerra comercial con China, quizás debido a que el próximo año postulará a la reelección.Por lo pronto, se ha reducido la probabilidad de una recesión de la economía estadunidense, aunque continúa desacelerada. Se espera que esto, unido al despeje de dudas sobre el Brexit, revierta el deterioro de la confianza de consumidores e inversionistas, lo cual impactará positivamente en economías como la peruana.Para efectuar proyecciones, los economistas hacen supuestos basados en la realidad. Y en este aspecto fundamental, los analistas del BCR y, sobre todo, del MEF, pecan de optimistas. El supuesto en el que más fallan es asumir que el aparato estatal es tan eficiente como el neozelandés o el sueco. A fines del año pasado, el BCR calculó que la inversión pública crecería 2.8% el 2019, pero en abril último, el MEF mantenía su confianza en ministerios, gobiernos regionales y municipios, pues apostaba por un 4.5%. El resultado real será una caída de 0.5%, según el RI.