Repsol se ha fijado globalmente el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050. Y fija una senda de descarbonización con objetivos intermedios del 2020 al 2040. Esta meta conlleva orientar su estrategia, actividad e inversiones a nuevos y más exigentes planes de negocio alineados con la transición energética y el cumplimiento de los objetivos de cambio climático del Acuerdo de París, para reducir a menos de dos grados centígrados el aumento de la temperatura del planeta.