TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE
17 de diciembre de 2019

El presidente Martín Vizcarra pronunció ayer un discurso que quería ser vibrante. En la ceremonia de clausura del año académico de la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea proclamó, solemnemente, que "el Perú, a pesar de algunas voces contrarias y ciertas resistencias, está abriendo una nueva etapa". En esa etapa, según dijo, "existe una verdadera conciencia [con] respecto a lo nociva que es la corrupción" gracias a los avances logrados durante este año: una forma oblicua de aludir a su gestión de gobierno.Pues bien, más allá de hacer notar los ecos inquietantes que el anuncio gubernamental de una "nueva etapa" para el país trae (pensemos en "la patria nueva" de Leguía o el "gobierno de reconstrucción nacional" de Fujimori), cabe hacer aquí una reflexión sobre lo consistente que la actual administración es con relación a los postulados que la soflama presidencial buscaba exaltar.¿Practica el Gobierno una asepsia como la que predica con respecto a cualquier sospecha interna de corrupción? ¿Procede con todos los funcionarios que forman parte del Ejecutivo de la misma manera sumaria en que actuó frente al menor nubarrón perturbador en los casos de Carlos Bruce y Salvador Heresi cuando eran ministros?La evidencia sugiere que no. No solo por lo tardío de las reacciones que acabaron determinando las salidas de Jorge Meléndez y Zulema Tomás del Gabinete o por la incómoda situación del ministro de Transportes, Edmer Trujillo, a raíz de las gestiones que realizó cuando era gerente general del Gobierno Regional de Moquegua para que se desembolsasen irregularmente S/41 millones de soles para la construcción de un hospital. Apunta también en ese sentido lo que se ha sabido en los últimos días acerca de otros cuestionados funcionarios de ese gobierno regional durante la época en que lo presidía el actual jefe de Estado (2011-2014) y que hoy trabajan en distintas posiciones en la estructura del Ejecutivo.