Hace dos años, Etna se aplicó a pensar fuera de la caja’ a fin de identificar novedosas aplicaciones para sus famosas baterías automotrices. Atilio Ghio, gerente general del fabricante peruano, había hecho un ejercicio parecido durante su paso por la multinacional Nabisco, al combinar el Sublime y la galleta de vainilla, para crear la exitosa Chocosoda.¿Qué se podía hacer con las baterías para crear algo útil y novedoso? La respuesta ilumina ahora el nuevo derrotero de Etna. La peruana se propuso emplear su expertise en fabricación de baterías para almacenar energía solar.Nació, así, su nuevo propósito empresarial: "Etna, energía que conecta".