Si volver a colocar al señor Edmer Trujillo al frente de la cartera de Transportes y Comunicaciones (MTC) nunca pareció una idea afortunada, sus últimas declaraciones a la prensa procurando defender al ‘club de la construcción’ han confirmado el daño que le puede hacer al gobierno su presencia en el Gabinete.Como se recordará, la morosa gestión que encabezó hasta abril de este año en el referido sector acabó arrastrándolo a la renuncia, y por eso la circunstancia de que el presidente Vizcarra lo nombrase otra vez en el puesto, justo en el momento en que ya no había una representación nacional que pudiera llamarle la atención por la indolencia que ese gesto comportaba, mereció una crítica en estas mismas páginas.Ahora, en una entrevista radial difundida el último viernes, Trujillo ha dicho: "[Si] todas las empresas del ‘club de la construcción’ salen, te quedas sin empresas. ¿Con qué construimos? ¿Cómo construimos? ¿A quién traemos? ¿Quiénes vienen? También es un tema que hay que ver, que hay que tomar en cuenta".El ‘club de la construcción’, como se sabe, es la denominación dada coloquialmente a la presunta concertación ilícita de constructoras nacionales y foráneas que funcionó, por lo menos, a lo largo de este siglo para repartirse las obras adjudicadas por el MTC, y que contó entre sus ‘socias’ a Odebrecht, OAS, Obrainsa, Graña y Montero e ICCGSA, entre otras.