El sol de mediodía comienza a calcinar el asentamiento humano Micaela Bastidas (Piura). En un polvoriento descampado, la plana ejecutiva de Promigas aguarda el arribo del presidente Martín Vizcarra.¿El motivo de la espera? La firma del contrato de distribución del gas natural para Piura, el proyecto gasífero más codiciado del país, como lo demuestran los seis años de batallas judiciales y administrativas que la colombiana tuvo que enfrentar para llegar a este resultado.La demora presidencial añade más expectativa. Cuando el mandatario llega, una hora después, es para poner los puntos sobre las íes."Con este proyecto estamos corrigiendo una larga injusticia: masificar el gas natural en una de las dos regiones más ricas en este hidrocarburo, pero que hasta ahora no podían emplearlo", explica a la población.