Al César lo que es del César. La verdad es que es un tremendo acierto, un gol olímpico de Alan García y Joselo García Belaunde, el nombrar a Hernando de Soto como plenipotenciario del Perú ante EEUU para empujar el TLC. Contaré una anécdota, sin temor de caer en una infidencia, para explicarme. Hace pocos años trabajé en el ILD con Hernando y una mañana entré a su oficina para despachar un tema. Lo encontré hablando por teléfono en inglés y con gestos me indicó que pase, me siente y espere un ratito, que ya me atendía. Como digresión, aclaro que tenía pocos días laborando en el instituto y medio que pensaba que se exageraba cuando se hablaba adentro de sus contactos internacionales. Pues bien, al poco rato me di cuenta de que estaba hablando con el ex presidente estadounidense Clinton por un proyecto que estaban estudiando para Ghana. ¡Con Clinton y como quien hablase con un pata de la universidad! Me quedé pasmado. ¡Vaya para tener contactos! Luego fui viendo cómo Hernando tiene una llegada bastante buena al vicepresidente gringo Dick Cheney y muchos congresistas republicanos, pero, más importante aún, es muy considerado por los legisladores demócratas (sobre todo los centristas que están alrededor de los Clinton, aglutinados en la moderada ala interna, conocida como Democratic Leadership Council), que son ahora nuestro principal escollo allá.Y también es destacable resaltar que si bien De Soto no es una persona muy interesada por el dinero (es más bien del tipo del sencillo intelectual distraído, aquel no muy amigo de las corbatas), este encargo ad honorem le significa un fuerte lucro cesante por la cantidad de dinero que va a dejar de percibir al dedicar su tiempo al Perú. ¡Ojalá los congresistas tipo Mekler o Hildebrandt tuvieran la misma mentalidad! Otro punto interesante es que el intelectual planteó, muchísimo antes de que el término "inclusión" se pusiese de moda por la campaña electoral, que había también que ir a un "TLC interno" para romper todas las barreras mercantilistas que impiden que nuestras provincias y sectores pobres se integren al sector moderno de la economía. Espero que le transmita de manera insistente ese mensaje al gobierno actual nuevamente. Y pensar que Paniagua no le facilitó poder ser candidato para las elecciones del 2001. Y siempre se le corrió a debatir, a pesar de las insistentes invitaciones que De Soto le hacía, más aún después que el ex presidente defendió una posición mercantilista de los notarios ante el TC de su correligionario Alva Orlandini. Bueno, sabía que lo hubiera hecho papilla, señala el director del diario Correo, Aldo Mariátegui.