Petro-Perú evalúa la posibilidad de suspender el funcionamiento del Oleoducto Norperuano -que transporta el petróleo crudo de la Amazonía hacia la costa-, porque según su presidente ejecutivo, Carlos Paredes, la petrolera estatal "no puede seguir invirtiendo la cantidad que invierte en el oleoducto, en las condiciones de estos últimos años".Paredes incluso ha llegado afirmar que dejar de producir petróleo en la Amazonía "también es una opción" para enfrentar las pérdidas generadas por el ducto, aunque ha precisado que su gestión no promoverá esta alternativa. El funcionario manifestó su desazón con la operación, luego hacer públicas las medidas que baraja para "corregir las demoras y sobrecostos" en la modernización de la refinería de Talara, que han llevado a "sobreendeudar" a la estatal.La opción que baraja Petro-Perú sobre la suerte del oleoducto genera discrepancias entre los especialistas y autoridades del sector, que en lo que sí coinciden es en los factores que están detrás de las pérdidas del ducto."Cerrar el oleoducto sería algo muy drástico", aseveró Carlos del Solar, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE), tras indicar que "si bien es comprensible la posición de Paredes", se debe hacer un esfuerzo para evitar llegar a esa acción."Petro-Perú puede paralizar el oleoducto porque nadie está obligado a trabajar a pérdida", afirmó a El Comercio otra fuente del sector.