La decisión tomada durante el gobierno de Ollanta Humala de modernizar la Refinería de Talara fue muy cuestionada en su momento. Sin embargo, contra viento y marea se siguió para adelante con el uso de recursos públicos para tal fin. Hoy la administración de Petroperú se encuentra en un problema y se ha visto en la necesidad de admitir que el proyecto viene enfrentando dificultades y costos innecesarios que, obviamente, todos los peruanos tendremos que pagar.La petrolera estatal, hoy a cargo de Carlos Paredes, ha señalado el fin de semana último que en la aprobación del denominado Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRF), que en realidad ha resultado una nueva construcción y no una modernización en sí, "concurrieron criterios políticos y no se lanzó con todo el análisis y la transparencia que requería".El costo de la renovación total de la vieja estructura ubicada frente al mar de Talara es de 5 mil millones de dólares, los cuales han metido en un problema de caja a Petroperú, que está solicitando al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) pasar su deuda de mil millones de dólares al Tesoro Público para así reducir las tasas de interés del cuestionado proyecto humalista.La gran pregunta ahora es: ¿quién responde política, económica y judicialmente por haber metido al país en semejante aventura que está costando una millonada a todos los peruanos? ¿Quién asume la responsabilidad de habernos embarcado en la "renovación" de la refinería cuando había otras alternativas menos costosas? ¿Humala y sus "gurús" petroleros dirán una palabra al respecto?