Este 2019 se cumplen 13 años de infructuosos intentos del Estado Peruano por llevar el gas de Camisea a los hogares de la sierra y la selva. Empezando con el concurso convocado por Pro Inversión, en enero del 2006, que "no tuvo postores", como recuerda el especialista en energía Humberto Campodónico. Desde ese entonces, se han dado diversas iniciativas que se dilataron por diversos motivos. Pero, particularmente, por el precario desarrollo industrial en la sierra, que impide la aplicación del mecanismo de subsidios cruzados (usado en todos los procesos de masificación del uso del gas), según refieren los especialistas consultados por este suplemento. "El consumo domiciliario es ridículo en términos de volumen. Lo único que sustenta llevar el gas natural a una región es el consumo industrial", apunta César Bedón, especialista del sector gasífero.