El proyecto Tía María (US$1,400 millones de inversión) busca luz verde desde hace años. El agua será desalinizada sin afectar el agro en Islay y el transporte será por tren y no en camiones. A estas alturas, la oposición es más política que técnica.El Ejecutivo apuesta por el diálogo, pero debe primar el principio de autoridad. No se puede ceder a las bravatas y los ultimátums del gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres. La oposición antiminera de congresistas es ideológica, enfrentando la minería con la agricultura, cuando es posible la convivencia armoniosa de ambas actividades. Algunos no quieren el diálogo, sino agitación y boicotear proyectos extractivos. La pobreza como negocio.Vizcarra es firme para enfrentar a un desprestigiado Congreso, pero timorato y dubitativo frente a los destemplados gobernadores. La licencia de construcción fue emitida por la autoridad competente de acuerdo a la ley. El Gobierno debe defender su propia institucionalidad sectorial, señala Alfredo Ferrero.