Bolivia no solo necesita otros mercados para colocar su producción de gas natural; también los necesita para poner en valor sus proyectos de exploración. De hecho, el convenio firmado con Engie y Kallpa busca alentar el sector explorador boliviano para que desarrolle nuevas reservas de gas, con la promesa de un mercado masivo de consumo (demanda ancla) localizado en territorio peruano: el nodo energético del sur.Para ello, ha garantizado a ambas empresas, de manera tentativa, hasta 10 millones de metros cúbicos diarios de gas (350 millones de pies cúbicos diarios), que hoy no posee, pero que puede poseer con más exploración.A las eléctricas, ciertamente, les es indiferente si alientan o no la exploración en Bolivia, con tal de obtener gas para sus centrales térmicas. ¿Por qué recurren a Bolivia? Pues, porque no tienen confianza en el gasoducto sur peruano. Y también porque dudan de las reservas de gas en el Perú.