El Oleoducto Norperuano (ONP), activo de Petroperú, que se encuentra bajo constantes atentados a su infraestructura, genera contaminación y descontento en las comunidades pero también un impacto económico en la petrolera estatal.Carlos Paredes, presidente de Petroperú aseveró que este activo que data de los años setenta, le ha generado a la petrolera estatal un gasto superior a los S/ 270 millones en la remedición de derrames, originados por actos delincuenciales."Eso genera mucha renta para algunos y puede generar incentivos perversos que lleven a que se repitan estos actos", acotó en diálogo con La República.