CÓMO NO MASIFICAR EL GAS
21 de junio de 2019

Una controversia entre generadores eléctricos en torno al precio del gas natural motivó nuestra columna del viernes pasado. Esta vez la motiva otra controversia, entre distribuidores de gas, acerca de los territorios donde pueden competir unos con otros. Hay dos tipos de distribuidores: "gasoductos virtuales", es decir, compañías que reparten gas con una flota de camiones; y gasoductos propiamente dichos, tendidos y operados por un concesionario. Una modificación al reglamento de comercialización impediría que los primeros distribuyan gas en las áreas de concesión de los segundos.No es nuestro propósito discutir si tal impedimento se ajusta o no a los contratos de concesión. Nos interesa, más bien, analizar la causa del mismo y los efectos que se siguen de esa causa.Lo primero que llama la atención es que exista una controversia. Una red de distribución por ductos debería ser más eficiente que una flota de camiones. Suponemos que es una ventaja que la tubería sea más duradera y consuma menos energía. ¿Por qué, entonces, querrían competir los gasoductos virtuales con los concesionarios? Pues porque, a pesar de que sus costos unitarios son mayores que los de estos últimos, hay usuarios que estarían interesados en contratar con ellos. ¿Cómo así?La explicación la ha dado el viceministro de Hidrocarburos, Eduardo Guevara. A fin de masificar el consumo de gas, los concesionarios aplican una política de subsidios cruzados: cobran por debajo del costo a los clientes residenciales, y recuperan esa pérdida cobrando por encima del costo a los clientes industriales. Allí es donde los gasoductos virtuales ven una oportunidad, señala el economista Iván Alonso.