Según la última encuesta de El Comercio, elaborada por Apoyo, el Gobierno comienza con una aprobación del 63%. Es más, muchas de las medidas propuestas cuentan con niveles de aprobación que están por encima del 80%.Esto es una buena noticia. Luego de la tan polarizada etapa electoral que vivimos, uno de los mayores peligros que parecía amenazar al país era la ausencia de gobernabilidad. Según la encuesta, todo indica que este temor es infundados, al menos temporalmente. Si dos tercios aprueban la gestión y si la mayoría está dispuesta a apoyar muchas de sus decisiones, entonces el Gobierno comienza con amplios y confortables márgenes de gobernabilidad.La noticia, sin embargo, no debería provocar complacencia ni sensaciones de triunfo adelantado. Más bien debería servir para afirmar el compromiso asumido ante el país y tomar conciencia de cómo todo el viento a favor con el que se comienza hoy quita espacio para eventuales excusas mañana. Que acaben, pues, los simples gestos efectistas y que comencemos a enfrentar los grandes cambios que necesita el Perú, para que esta vez no quede todo en la ilusión. Conjuntamente, es necesario que el presidente García siga respetando la independencia de sus ministros, aun cuando estos no coincidan con él, como ha quedado demostrado en el caso de la pena de muerte. Después de todo, las divergencias también forman parte de la democracia.