Agosto es clave en esta historia. En dicho mes se vence el estudio de impacto ambiental (EIA) de Tía María. Esta fecha se ha convertido, entonces, en el plazo máximo para que el Gobierno decida entregar o no el permiso de construcción para la mina. Si no lo otorga, todo regresará a foja cero.El Gobierno no ha sido claro. En cambio, en Southern están preparados para recibir la luz verde. Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas y CFO de la compañía, revela detalles que justifican el optimismo frente al futuro. El ejecutivo muestra cifras del sondeo que la compañía encargó. Sus números revelarían un cambio de actitud de la población de Islay, que en el 2015 protestó contra el proyecto, que al final fue suspendido. Cuatro años más tarde, Jacobs sostiene que "son varios los indicadores que nos demuestran que el proyecto Tía María cuenta con una aceptación generalizada".