EL OTRO ESTADO EMPRESARIO
27 de mayo de 2019

No hay empresario formal en el Perú que no batalle permanentemente con la frondosa legislación laboral. Más allá de los sobrecostos como las gratificaciones o la CTS, las normas alrededor del sistema laboral resultan agobiantes para compañías grandes y chicas. En un país donde la informalidad laboral es la regla y la formalidad la excepción, cabría suponer que simplificar algunas de las casi 1.400 páginas que contiene la regulación laboral -y que son materialmente imposibles de cumplir simultáneamente aún para grandes empresas con equipos legales y de recursos humanos; ni se hable ya de las pequeñas- debería ser una prioridad para cualquier gobierno.Y, sin embargo, el esfuerzo del Ejecutivo parece ser el opuesto. La semana pasada, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) publicó la "Guía metodológica para la valoración objetiva, sin discriminación de género, de puestos de trabajo y elaboración de cuadros de categorías y funciones". La extensión y pretensiones del propio nombre de la guía son, por supuesto, un anticipo apropiado del documento al que alude. Si bien la elaboración del manual no es de cumplimiento obligatorio -como sí lo es el cuadro de categorías y funciones que sería su producto final-, esta deja entrever qué es lo que espera el MTPE de la implementación de la Ley 30709, promulgada por el gobierno del presidente Kuczynski.