Cada vez hay más lugares en el Perú donde no existe el Estado, donde la policía tiene prohibido el ingreso. En Madre de Dios, el oro ilegal no conoce bandera. Y en abril, en el distrito puneño de San Gabán, dos personas murieron defendiendo sus cultivos de coca. Los habitantes de los territorios liberados prefieren la muerte antes que la ley y la autoridad.El Estado pierde, en promedio, 35 toneladas de oro al año debido a la minería ilegal.