Hace pocos días estuve en Puerto Maldonado, La Pampa y Mazuko en Madre de Dios, constatando la información que había recibido días atrás con relación al operativo Mercurio 2019. En síntesis, podríamos resumir la información recibida en resultados positivos y en efectos negativos. En lo positivo, a) el operativo había sido un éxito, pues los mineros se habían retirado de La Pampa y no habían regresado, y b) los prostibares en La Pampa habían reducido su atención, pues ya no contaban con el mismo número de clientes.En ese sentido lo presentado por el primer ministro en el Congreso al solicitar la confianza se ajusta parcialmente a la verdad. Se podría afirmar que la foto de la intervención nos muestra un éxito coyuntural importante, en lo que a minería ilegal se refiere.Sin embargo, la visita de campo nos muestra una realidad preocupante. El operativo Mercurio 2019 no fue un operativo contra la trata de personas, pues no se rescató a ninguna víctima de explotación laboral o trabajo forzoso en los campamentos mineros y tan solo se intervinieron seis prostibares de los más de 130 instalados entre los kilómetros 98 al 115 de la Interoceánica. Es decir, una movilización costosa y gigantesca que se aprovechó para intervenir solo el 4% de los prostibares en La Pampa y para, finalmente, no recuperar a ninguna víctima de explotación laboral en los campamentos mineros ilegales, señala, Ricardo Valdés, ex vice ministro del Interior .