Por lo general, los relevos en la cabeza de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) suelen traer consigo un efecto refrescante en la imagen del Gobierno. No en vano, estos se sugieren con frecuencia cuando la aprobación de una gestión se anquilosa o empieza a perder fuelle. Sin embargo, en el caso del flamante ministro Salvador del Solar parece haber ocurrido exactamente lo contrario.Como se sabe, en la madrugada de ayer el Congreso le otorgó el voto de investidura a su Gabinete. Un requisito que, si bien está estipulado en la Constitución, todos sus antecesores en el cargo en las últimas dos décadas lograron con éxito más allá de alguna que otra demora. En este caso, no obstante, Del Solar recibió el menor respaldo parlamentario de los últimos 18 años: solo 46 legisladores le dieron la confianza, mientras 27 se la negaron y otros 21 se abstuvieron. (Edición sábado).