La administración del presidente Martín Vizcarra es incapaz de desbloquear la vía por la que sale el mineral de Las Bambas 60 días después de iniciada la ilegal interrupción, que ahora, además, tiene sitiada la operación y sus trabajadores. Pero no solo está sucediendo eso. Ahora Vizcarra se ha solidarizado con los comuneros que realizan la ilícita acción y los ha apoyado: "Respaldamos los pedidos que hace la comunidad de Fuerabamba y toda la provincia de Cotabambas de la región Apurímac", ha declarado ("Gestión", 3.4.19).Así, el presidente de la República del Perú está defendiendo, apadrinando y alentando a un grupo de comuneros que está cometiendo un flagrante y grave delito sancionado en el Código Penal con una condena de hasta diez años de cárcel. Y el mismo día el ministro de Energía y Minas responsabilizó a la empresa del conflicto. ("La empresa tendrá que asumir responsabilidad", "Correo", 3.4.19).Las preguntas que a cualquier persona sensata le vienen a la cabeza son: si el presidente y el ministro piensan eso, ¿por qué no fueron el primer día del bloqueo y concedieron lo que piden los reclamantes? ¿Por qué esperaron dos meses, con enormes perjuicios para el país y para una empresa legalmente establecida, para decir eso? O, mejor aun, ¿por qué no lo hicieron antes de que empiece el bloqueo?, señala el analista político Fernando Rospigliosi. (Edición sábado).