Desde hace 58 días, los comuneros de Fuerabamba han bloqueado dos puntos de la vía del proyecto minero que aporta el 1% del PBI a nuestro país. A pesar de los esfuerzos del Estado, el proceso para resolver este conflicto continúa a paso lento. Desde febrero de este año, los comuneros decidieron salir de Nueva Fuerabamba (Apurímac) e instalarse en el fundo Yavi Yavi (Cusco), a 120 kilómetros de distancia de sus hogares. Ellos no viven en las chozas ubicadas en la carretera bloqueada, sino en una urbanización con casas de tres pisos, agua, desagüe, luz, posta de salud, colegio, iglesia, estadio y otras construcciones que la empresa china MMG les dio a cambio de sus terrenos, como parte de las negociaciones en 2009 para viabilizar el proyecto minero. El problema es que la comunidad, influenciada por los abogados Jorge y Frank Chávez Sotelo -señalados como cabecillas de una banda de extorsionadores-, ahora considera que el tránsito de los camiones que pasan por el fundo Yavi Yavi es ilegal. Pues, la minera les otorgó esas tierras para que les sirvan como campo de cultivo y pastizal para su ganado. No obstante, desde la suscripción del trato entre la comunidad y la empresa, ya existía esa carretera y era de libre circulación.