Analistas y expertos en el tema ya habían previsto para la actividad minera de este año una conflictividad mayor que las dos o tres que le precedieron, no tanto por la cantidad de protestas, sino en cuanto a beligerancia, cuya avanzadilla, podría decirse, se hizo patente con la última elección de autoridades regionales en zonas particularmente crispadas.El tramo bloqueado del corredor minero, en Chumbivilcas, es un paraje altoandino donde el Estado peruano tiene una presencia cuasi fantasmal; pero una cosa son los pasivos ambientales y las demandas razonables de comunidades alejadas, que se discuten sobre mesas de diálogo, y otra muy diferente es el chantaje: sí, con esas palabras exactas.Se ha comprobado, tras un cuidadoso seguimiento de la Fiscalía Especializada en Criminalidad Organizada de Abancay que, en el caso de este conflicto, la dirigencia fuerabambina -principalmente Gregorio Rojas Paniura y Edison Vargas- ha sido manipulada a la mala por sus dos asesores legales, los hermanos Jorge y Frank Chávez Sotelo, ambos cabecillas de una red de extorsión y actividad criminal en agravio del Estado y la empresa Las Bambas. Sobre los Chávez Sotelo, que tienen además antecedentes en falsificación de documentos para favorecer los intereses de clientes que anteriormente defendían, las pruebas en su contra ya se agolpan en los despachos judiciales.