El bloqueo del corredor minero del sur a la altura de Yavi Yavi (Cusco) tiene en vilo al Gobierno y a la minería.Desde que los comuneros de Las Bambas (Apurímac) obstruyeron la vía hace 49 días, la mina ha dejado de despachar concentrados de cobre por valor de US$294 millones (US$6 millones diarios), privando al gobierno de Apurímac de S/41 millones en regalías.Sin embargo, la producción de la unidad minera aún no se ha visto impactada. Los sucesos en Yavi Yavi han puesto nuevamente sobre el tapete la amenaza de la conflictividad social en minería, un problema que había pasado desapercibido en los últimos años. "Los inversionistas nacionales e internacionales están mirando con preocupación el tema", apunta Víctor Góbitz, CEO de Buenaventura.Según una reciente encuesta de percepción minera elaborada por el BCR, los conflictos sociales vuelven a ser considerados la principal amenaza para los proyectos mineros, por encima de las demoras en el otorgamiento de permisos y los problemas de financiamiento.Asi lo refrenda la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE)."En lo que va del año, vemos con preocupación una creciente espiral de conflictividad, que tiene dos expresiones principales: la rotura del Oleoducto Norperuano en Mayuriaga y el bloqueo de Las Bambas", remarca Pablo de la Flor, director ejecutivo de la SNMPE.