Los trabajadores de Escondida, la mayor mina de cobre privada del mundo, ubicada a 1,600 kilómetros al norte de Santiago de Chile iniciaron una huelga tras fracasar los intentos del gobierno por propiciar un acuerdo entre la empresa y el sindicato. El sindicato exige un aumento salarial del 13% y bonos de US$ 30 mil por trabajador para reflejar el aumento del precio mundial del cobre, cinco veces más alto que cuando negociaron los contratos en 2003. La empresa, cuya propiedad es 57.5% de BHP Billinton y 30% del gigante minero australiano Río Tinto, hasta ahora solo ha ofrecido un aumento del 3% y la mitad del bono exigido.