La semana pasada, la noticia de que el ex gerente de Relaciones Institucionales de Odebrecht Raymundo Trindade Serra había declarado frente a los fiscales peruanos que viajaron a Curitiba que la empresa brasileña había hecho aportes a las campañas de Lourdes Flores del 2006 (presidencial) y el 2010 (municipal) cayó en nuestro país como una bomba.Como se recuerda, días antes, un aspirante a colaborador eficaz -al que rápidamente se identificó como el abogado y ex árbitro de la Cámara de Comercio de Lima Horacio Cánepa- había hablado de distintas contribuciones de la constructora a algunos de los empeños electorales de la ex lideresa del PPC. Y, al ser confrontada con esa información, ella simplemente había sentenciado que el responsable de tales asertos ‘faltaba a la verdad y no se ajustaba a la realidad’.Es cierto que entre los montos señalados por el aspirante a colaborador eficaz y Serra existían varias diferencias. Pero es evidente también que, en medio del escándalo de las interesadas contribuciones de Odebrecht a las campañas de otros políticos -que en más de un caso han supuesto para ellos la prisión preventiva-, lo que requería ser desmentido o confirmado era fundamentalmente si algún aporte en general había tenido lugar.