Una batea y algunas horas en un río de Madre de Dios buscando oro pueden significar ganar más de US$200, cuenta Fred Inti, director de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de esta región. Estos -inmediatos- beneficios económicos, junto con la itinerante presencia del Estado en zonas de alta actividad ilegal minera, han catapultado esta práctica (destructiva la gran mayoría de veces) a escala departamental, amarrando el desarrollo económico de Madre de Dios a la realización o no de la misma.El único mineral producido en Madre de Dios es el oro y la cantidad que se recolecta depende casi exclusivamente de la labor de productores artesanales, un sector que trabaja en el anonimato casi total. De hecho, desde el 2015, la producción minera en esta región ha sido al menos en un 91% "artesanal con titulares no identificados". Al 2018, según datos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), fue de 91,5%.(Edición domingo).