En noviembre del 2018, se prepublicó el decreto supremo que reconoce a la generación de energía eólica y solar la potencia firme, el indicador de confiabilidad para que las energías renovables no convencionales (RER) tengan más facilidades de competir en el mercado. El Ministerio de Energía y Minas, por su lado, recogió opiniones por 30 días, pero a la fecha continúa elaborando la norma. A pesar de los recientes pasos que se están dando para alcanzar la meta de gobierno en cuanto a producción de energía limpia al 2030 (15% de matriz energética debe provenir de energías renovables), a la actualidad solo alrededor del 4,4% de la matriz procede de estas fuentes.