PETRÓLEO CON PIES DE PLOMO
25 de febrero de 2019

El Estado nunca ha sido un gestor particularmente eficiente de grandes proyectos de inversión. Entre los más significativos de los últimos años, el gasoducto del sur y la línea 2 del metro de Lima -ambos con varios miles de millones de dólares de presupuesto-, el primero se mantiene desactivado luego de entrar en proceso de judicialización con los contratistas y el segundo estaría listo, según el último cronograma, en el 2024 -es decir, en el mejor de los casos, diez años después de iniciada su construcción-.Esta reflexión aplica tanto para proyectos necesarios -es el caso de la línea 2 aludida- como para otros en los que hubiera sido mejor ahorrarse el esfuerzo. Este último es el caso del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT), iniciativa de Petro-Perú que, a un exorbitante costo de aproximadamente US$5.000 millones, viene siendo ejecutada por la empresa española Técnicas Reunidas.