PURO FLORO
8 de febrero de 2019

POLÍTICA CULTURAL. Hace un par de meses, cuando el Ministerio de Cultura se encontraba acéfalo, planteamos que la principal tarea de su futuro titular debía ser definir claramente la hoja de ruta de ese portafolio. Desde el 18 de diciembre, cuando asumió ese cargo, hasta la fecha, Rogers Valencia se ha concentrado en hacer anuncios puntuales, en intentar aclarar por qué se anularon multas a una inmobiliaria que construía un hotel en Cusco, y poco más. De la necesaria definición de la política cultural, lamentablemente, ni una palabra.Este ministerio se ha dedicado casi exclusivamente a administrar el patrimonio histórico, aunque no muy eficientemente si tenemos en cuenta los hurtos de documentos del Archivo General de la Nación (AGN) y de la Biblioteca Nacional, o la falta de vigilancia en zonas arqueológicas. Esta semana, por ejemplo, maquinaria pesada dañó el yacimiento chimú Pampa La Cruz, en La Libertad. Valencia tampoco ha confirmado si revisará las licitaciones efectuadas durante la gestión de su antecesora -las irregularidades descubiertas en una de ellas le costaron el puesto-.