Durante más de media década, los mineros de oro han estado atrapados en una crisis: rechazados por los inversores tras una serie de errores, y, por otro lado, atascados por el precio estancado de los lingotes. Pero luego, en setiembre, un mega acuerdo sorpresa convirtió a la industria en un punto crítico. La compra de Randgold Resources Ltd. por parte de Barrick Gold Corp. desató una reacción en cadena que llevó a un acuerdo de Newmont Mining Corp. por US$ 10,000 millones para la canadiense Goldcorp Inc. el mes pasado. La ráfaga de actividad, que coincidió con un aumento en los precios de los lingotes a fines del 2018, ha reavivado el interés en el oro, lo que ha llevado a toda la industria a una gran cantidad de especulaciones sobre quién podría ser el próximo.