El Servicio Nacional de Certificación Ambiental (Senace), del Ministerio del Ambiente, analiza desde junio pasado si autoriza la modificatoria del estudio de impacto ambiental (EIA) solicitada por el concesionario del puerto de Paracas. En las próximas semanas, la autoridad tendrá una decisión. En 2014, Carlos Paredes, el entonces ministro de Transportes del gobierno humalista, anunció por todo lo alto que el antiguo puerto de Paracas iba a convertirse en un megaterminal de contenedores. La concesión fue entregada al consorcio formado por las empresas brasileñas Pattac y Tucumán, y las españolas Servinoga y Fortesolo. En febrero del año pasado, el consorcio solicitó que se modifique su EIA para construir un almacén de concentrados de minerales. Esto ha encendido las alarmas de la población, porque los camiones y volquetes que trasladen el mineral para llegar al puerto tienen que atravesar la Reserva Nacional de Paracas. "Se trata de una modificatoria motivada por la demanda de usuarios mineros que están en la zona de influencia" , señala Sergio Nicheli, gerente general del Terminal Portuario de Paracas.(Edición domingo).