La liquidación de Doe Run ingresa este año a su recta final, luego de una década de ansiedad para los acreedores y la ciudad de La Oroya, que ha visto decaer a su población en ese tiempo.Carrizales Infraestructura, el nuevo liquidador concursal, se ha propuesto poner fin a esta historia, ya sea transfiriendo los activos de la minerometalúrgica o parcelándolos para su venta. Algo que podría suceder con el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), si no logra ser adjudicado en la fecha prevista. En efecto, Carrizales ha propuesto adjudicar este activo a los trabajadores metalúrgicos a más tardar el 31 de abril, y vender Cobriza el 31 de julio, de tal manera que Doe Run dejaría de existir, oficialmente, el último día del año.