CONTRA EL BUROCRATISMO Y LOS OBSTÁCULOS A LA REFORMA ESTATAL Y LA AUSTERIDAD
3 de agosto de 2006

Ante las críticas y trabas que se han presentado recientemente, hay que afirmar la necesidad de que el Ejecutivo y la Mesa Directiva del Congreso mantengan firme su voluntad política de continuar con los proyectos vinculados a la reforma del Estado.Ello nos lleva a la necesidad de gestar las normas que permitan enfrentar con agilidad los cambios burocráticos necesarios --incluyendo la reducción de personal de organismos elefantiásicos-- o, en el caso de entidades ineficientes, para proceder a los reemplazos por personal profesional.Lo tradicional, salvo excepciones, ha sido que el burócrata que ingresa a trabajar al Estado lo haga como producto de un favor político o personal y no porque sea la persona adecuada para el puesto. Y, como tal criterio de contratación no se sustenta en servir al ciudadano sino en proteger al burócrata, una vez que se comprueba que este no es idóneo para el cargo no hay manera de separarlo.De esta manera, con el paso de los años, todo el mecanismo burocrático del Estado ha ido llevando a la instauración de una absurda estabilidad laboral estatal dirigida a hacer que, por sobre todo, perdure finalmente el favor político. Con la diferencia de que aquí quienes pagamos los sueldos terminamos siendo todos los peruanos.Esta nefasta política laboral, que protege el 'cargo propio', tiene que terminar. Por supuesto que ello no es nada fácil, pero de no remediarse la tan ansiada reforma del Estado seguirá atada de pies y manos, y con ello truncado el compromiso asumido por el presidente Alan García.Por todo ello es fundamental que, de modo urgente, se afinen los mecanismos necesarios, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo, para dotar al Estado de las normas que permitan modernizarlo con la rapidez y eficiencia que se requiere. Esta es una condición necesaria para el desarrollo nacional.