En los últimos años, las importaciones declaradas de manera fraudulenta se han incrementado, yendo en detrimento de las ventas de pequeñas y medianas empresas del rubro textil y de confecciones, lo que a su vez ha impactado en la generación de empleo formal. Así lo advierte la Sociedad Nacional de Industria (SNI).Para tener una idea sobre la calamitosa situación de esta industria, de las casi 202 millones de prendas importadas en lo que va de 2018, el 46% entró al país por debajo de un dólar.