A estas alturas resulta una incógnita la lógica de cómo llegó el presidente Alan García a la cifra de 3.200 como la altitud geográfica mínima a partir de la cual se exonerará de todo tributo y por 20 años a los empresarios que constituyan su agroindustria en dichas zonas.Aunque durante el mensaje presidencial García hizo el ademán de entregar los proyectos de ley que comprenden el programa de Sierra Exportadora, estos aún no figuran como recibidos por el Legislativo. Además el responsable de este programa Gastón Benza Pflucker está a la espera de una información más al detalle de la propuesta. Cabe mencionar que hasta antes del mensaje se manejaba los 2.500 metros de altura como valla para aplicar ciertos beneficios tributarios.Si bien a los 3.200 metros es posible la actividad agrícola, serían contados con los dedos los productos que se podrían desarrollar a tal altitud, según detalla Hildegardo Córdova, director ejecutivo del Centro de Investigación en Geografía Aplicada de la Universidad Católica. "Este anuncio tiene un efecto político importante, pero desde el punto de vista práctico al parecer no se hicieron estudios para analizar si permite la industrialización a gran escala", indica. Los productos que sí se desarrollarían a esa altitud son los requeridos en el mercado local, como la papa, el trigo, la oca o mashua y no para la agroexportación, según Córdova.