AJUSTEMOS LAS EXPECTATIVAS
25 de noviembre de 2018

En las últimas semanas hemos rotulado, en esta columna, la actual situación político-económica como ‘cercana a la parálisis’. La respuesta a esta sombría coyuntura se explica, en mi opinión, en la imposibilidad del presidente Martín Vizcarra de centrarse en las tareas administrativas y de gobierno cuando lo que prima, en sus necesidades, es la lucha por la sobrevivencia política: no tiene sentido preocuparse por temas administrativos cuando la cabeza pende de un hilo. Es lo que la coyuntura demanda y sería ingenuo pretender otra actitud en consecuencia.Para muchos, esta situación se resolvería si tan solo los líderes políticos pusieran al país y a los intereses ciudadanos por delante de sus ambiciones personales, señala Juan José Garrido Koechlin, director del diario El Comercio.