Hoy el sector energía acumula problemas. Debemos avanzar hacia una transición energética eficiente, usando gas natural y energías renovables. El primer problema es la reducción de las conexiones a gas para el próximo quinquenio, cuando se llegó a un récord de 160,000 conexiones en Lima. En un año se ha hecho lo logrado en siete años. Paradójicamente se ha aprobado un plan quinquenal mutilado, que reduce a la mitad el objetivo anual. Esto se estaría resolviendo pronto, según declaraciones del viceministro, pero es importante que Osinergmin respalde un plan flexible y agresivo. El segundo problema es que el Bonogas solo funciona en Lima, Callao e Ica. ¿Acaso no hay familias pobres en otras ciudades del país con concesiones de distribución de gas natural? La masificación del gas es un escudo que protege el bolsillo de las familias peruanas y permite a la economía ser competitiva y avanzar en la transición energética. El tercer problema es la judicialización de la política energética, que condena a ciudades como Piura a pagar más caro el suministro energético en los hogares. Esto se puede resolver si hay decisión política. No se puede detener el país por un litigante, señaló Pedro Gamio Aita, ex viceministro de Energía.