En las primeras 72 horas al frente del Gobierno, el presidente Alan García ha anunciado medidas que, si bien son efectistas y de impacto, contribuyen a acercar el Estado al pueblo de manera positiva. Desde el principio el partido de gobierno está cumpliendo lo prometido en la campaña y, además, demostrando interés en reducir esa enorme ausencia estatal que el país percibe con amargura y que, en ciertos casos, lo ha llevado a protestar con violencia en calles y plazas.Por ello debe resaltarse el énfasis que se ha dado a la austeridad. Esto se traduce en la sanción que se aplicará a quienes violen la disciplina fiscal, en la reducción de los sueldos de los altos funcionarios y la suspensión de los gastos operativos. También en la eliminación de las prefecturas y subprefecturas, la reducción de los servicios de seguridad de los personajes políticos e incluso de los gastos en copias y enseres de escritorio en la administración pública.Respecto del gasto público, solo cabe la responsabilidad y la eficiencia. Como señalamos oportunamente en nuestras Propuestas para una Agenda de Gobierno 2006, así como el Gobierno no puede gastar más de lo que se recauda, sí debe garantizar que los ministros que violen la actual Ley de Transparencia y Responsabilidad Fiscal sean sancionados ejemplarmente (hoy esa norma solo funciona en el papel porque no incluye sanciones de ningún tipo).Entendemos que estas medidas se complementarán cuando el Gobierno inicie las reformas de fondo, como por ejemplo la del Estado, o haga realidad la ley del empleado público. Herramientas hay. Muchas están contempladas en el plan de gobierno aprista y otras cuentan ya con proyectos de ley.Para este fin, además, es claro que el Gobierno debe actuar con sabiduría y aprovechar las potencialidades de los buenos técnicos que existen en el aparato estatal. No por reducir la burocracia, el Estado dejará ir a sus expertos más calificados. Un buen ejemplo lo acaba de dar el titular de la Producción, Rafael Rey, quien ha convocado como miembros del comité consultivo de ese sector a los ex ministros David Lemor y Alfredo Ferrero. Ellos han aceptado, lo cual es una buena noticia.