"En cumplimiento de mis propuestas, entrego otra vez el proyecto de ley observado por el anterior gobierno, que permite la libre desafiliación de las AFP para todos los trabajadores que consideren que sus condiciones serán mejores en el sistema público", anunció en su mensaje a la nación el presidente Alan García.Inmediatamente después añadiría, para malestar de los funcionarios de las AFP que no esperaban la inclusión de este tema, que su decisión obedecía "a un reclamo generalizado y a la restitución de un derecho democrático de libre elección de los trabajadores".Esto último motivó algarabía al interior de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), pues creyeron que, finalmente, tras casi tres años de lucha, el Gobierno había oído sus reclamos y aceptaba la libre desafiliación, cuya insistencia estaba pendiente de discusión en la Comisión de Seguridad Social del Congreso.Sin embargo, ayer el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, apenas dos días después del anuncio de García, echó por tierra las esperanzas de la CGTP al anunciar que no se trataba de una desafiliación sin restricciones. "Ahora entiendo por qué no nos quiso responder cuando se lo consultamos en la reunión que tuvimos por la mañana (de ayer)", comentó con malestar José Sandoval, secretario de Seguridad Social de la CGTP."Si bien yo no conozco en detalle el proyecto, se trata del que fuera presentado por el congresista Daniel Robles", nos señaló Enrique Cornejo, uno de los encargados del proceso de transferencia del Apra. En términos muy simples, la propuesta de Robles crea una comisión evaluadora ante la que se presentan todos aquellos que consideran que han sido perjudicados con su afiliación al sistema privado de pensiones. Y es dicha comisión la que decide, tras evaluar cada caso, quiénes pueden trasladarse.