Basta darse una vuelta por Pueblo Libre o el Cercado de Lima para comprobar que, paulatinamente, se está usando el gas natural que proviene de Camisea, en el Cusco. Por ejemplo, en la avenida Mariano Cornejo, que separa a ambos distritos, se puede observar medidores o gasómetros residenciales que están en funcionamiento desde diciembre último. Según Gisella Benavente, gerenta de Administración de Cálidda, empresa proveedora del servicio de gas doméstico, alrededor de 3.500 viviendas aprovechan los beneficios del nuevo servicio. Unas 5.100 viviendas más se conectarán próximamente, mientras la red de servicio se sigue extendiendo por San Miguel, Surco y Magdalena del Mar, donde se inició el tendido de redes en mayo del año pasado.Sin embargo, el porcentaje de penetración del servicio aún es bajo, según informó la funcionaria. En el Cercado de Lima se ha tendido ya el 70% de las redes. Sin embargo, aún existe una gran reticencia por parte de los usuarios para contratar dicho servicio, debido al temor de fugas y de explosiones, generado por malas experiencias con los balones de gas. Al respecto, el ingeniero Fernando Jiménez, coordinador del Programa de Gas de la Universidad Católica, aclaró que el gas natural es mucho más seguro que el gas licuado de petróleo (GLP), debido a que pesa menos que el aire y se disipa con facilidad, lo que no permite su concentración en el ambiente.(Edición domingo).