Los nervios del sector petrolero están siendo puestos a prueba como consecuencia de las idas y venidas del Gobierno en torno a un proyecto fundamental: la nueva ley orgánica de hidrocarburos (LOH). Esta ha sido objetada sucesivamente por el Ministerio del Ambiente (Minam) y el de Cultura (Mincu), pero la crítica más acerba ha procedido del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que advierte una supuesta afectación al tesoro público si se flexibilizan las regalías petroleras, como propone la norma. Debido a ello, el proyecto ha sido devuelto a la Comisión de Energía y Minas del Congreso para hacer los reajustes respectivos. Entre tanto, Perú-Petro y el Ministerio de Energía y Minas (MEM) han destacado a sus mejores especialistas para convencer al MEF de la inocuidad de la norma. Caso contrario, alistan un Plan B."Ojalá la LOH se apruebe, pero, si eso no ocurre, tenemos un plan B, que consiste en analizar lote por lote para saber qué es lo que (los operadores) necesitan mover", explica Seferino Yesquen, presidente de Perú-Petro. La idea, apunta el funcionario, es recurrir a la normativa existente para agilizar inversiones y negociar regalías, empezando con los lotes en producción para "empezar a meter goles".En ese sentido, las primeras negociaciones se efectuarían con las petroleras de Talara y la selva norte (lotes 8 y 192), continuando con las que operan lotes con contingencias: el 64 (de Geopark y Petro-Perú), el 67 (de Perenco), el Z-6 (de Savia) y otros."Ese es el plan B. Y ya tenemos algunos resultados. Un ejemplo es la perforación exploratoria en el lote 108 (Pluspetrol), que se consiguió porque llamamos a diferentes sectores, entre ellos, la Policía y el Ministerio del Interior, para que apoyen en el traslado de los equipos", anota Yesquen.