Tía María es el segundo proyecto minero más grande de Arequipa -luego de Pampa de Pongo- y el décimo en importancia del país por la inversión prevista para su puesta en marcha (US$1.400 millones). Sin embargo, esta mina, cuya explotación es impulsada por la empresa Southern Perú, no ha tenido un buen panorama político en los últimos años.Las autoridades de la provincia de Islay, que culminan su gestión este 31 de diciembre, han rechazado la mina. El actual alcalde de Islay, Richard Ale Cruz, es un acérrimo opositor a Tía María. Y de los cinco distritos de la provincia, tres son gobernados por líderes antimineros: Dean Valdivia, por Jaime de la Cruz Gallegos; Punta de Bombón, por José Ramos Carrera; y Cocachacra, por Helard Valencia Juárez.Estos cuatro alcaldes lideraron las protestas en el Valle del Tambo en el 2015 y hoy afrontan un juicio por el delito de asociación ilícita para delinquir.El escenario para el período 2019-2022 podría ser diferente. La mayoría de las nuevas autoridades municipales elegidas este 7 de octubre no ha mostrado una posición radical contra el proyecto, aunque tampoco a favor.El electo alcalde de Islay, Edgar Rivera Cervera (Arequipa Transformación), señala que tiene otras prioridades y que Tía María no está en su agenda. En comunicación con El Comercio, dijo que se enfocará en otros sectores."La prioridad es la construcción de una represa. Tía María es un tema del Gobierno Central. Yo no fui elegido por mostrar una posición a favor o en contra de la mina. Me eligieron para fortalecer y trabajar en agricultura, pesquería y turismo que es lo que existe en mi provincia, la minería no existe", afirmó.