CONTROL. El Ministerio de Salud (Minsa) ha mostrado buenos reflejos para detectar y actuar con celeridad respecto de supuestas concertaciones de precios de medicamentos que buscaba adquirir mediante concurso público. Según la titular del sector, Silvia Pessah, se trata de fármacos gastrointestinales, antiparkinsonianos y cardiovasculares, aunque solo se animó a detallar el caso de la estatina -utilizado por reducir niveles de colesterol-, para cuya adquisición se recibió tres propuestas con precios que eran 30 veces superiores a los del año pasado.A diferencia de casos similares en el pasado, cuando estas prácticas eran descubiertas a posteriori, cuando ya se habían realizado las compras y, generalmente, los destapes corrían por cuenta de la prensa, en esta oportunidad la información provino del propio Minsa, que identificó la irregularidad antes de cerrar el proceso, el cual no continuó. Además, no demoró mucho tiempo en enviar la información respectiva a Indecopi, para que investigue la posible concertación de precios. El respectivo expediente ya se encuentra en esta entidad desde la semana pasada.El trabajo de Indecopi será clave en la determinación de posibles actos ilícitos de parte de las proveedoras de esos medicamentos. Sin embargo, una de las herramientas más útiles que aplica la entidad defensora de la libre competencia, la clemencia -figura parecida a la colaboración eficaz-, corre el riesgo de perder peso pues en el Congreso hay dos proyectos de ley que buscan reducir los incentivos que Indecopi otorga para negociar con empresas que forman parte de cárteles y exonerarlas de multas cuando delaten la concertación de precios.Un proyecto pertenece a la bancada de Fuerza Popular y el otro, a Acción Popular. Sería un despropósito que se quiera afectar el poder de negociación de Indecopi, que se haría más necesario en situaciones como la denunciada por el Minsa, pues está en juego la salud pública y el costo al que la población debería acceder a los medicamentos, que deben ser los de mercado y no los decididos siguiendo criterios mercantilistas.Esta actitud proactiva, sin embargo, no se ha repetido en otros aspectos en los que el público debe estar debidamente informado. Por ejemplo, el 16 de agosto, el Minsa declaró en emergencia por 90 días calendario a 198 establecimientos de salud de Lima, muchos de los cuales presentan riesgos estructurales ante eventos como El Niño, cuya presencia es probable para este verano. Han pasado más de dos meses y se desconocen los avances de las obras que debían realizarse para superar la emergencia.