La demora en la aprobación de la ley orgánica de hidrocarburos tiene en vilo al sector petrolero; lo mismo que la constante fuga de inversiones, reflejada en la devolución continua de contratos de petróleo y gas: cuatro en lo que va del año y 40 en el último quinquenio. Pero no todas son malas noticias. El precio del petróleo continúa subiendo, mientras que la producción de crudo se recupera gracias a la reactivación del Oleoducto Norperuano (ONP) tras 90 días de paralización forzosa (junio-agosto).Los principales beneficiaros de esta situación son los lotes de la selva norte, que dependen en mayor o menor medida del oleoducto: el 67 (Perenco), el 8 (Pluspetrol) y, sobre todo, el 192 (Frontera Energy), responsable del 20% del petróleo que se produce en el país y del 60% del canon que se distribuye en Loreto."En octubre sí hay milagros. El canon para Loreto va a aumentar de S/4,6 millones en setiembre a no menos de S/12,5 millones en octubre, y ese monto puede llegar hasta S/15 millones al finalizar el 2018", apunta Roger Grández, director de Prospectiva Amazónica.El panorama se avizora menos gris en la selva norte. Y así lo entiende Petro-Perú, empresa que tomará la posta de Frontera en la explotación del lote 192 desde setiembre del 2019. Por este motivo, ha decidido endurecer su posición negociadora en su búsqueda del socio de ‘joint venture’ que la ayudará a operar el lote."El incremento en el precio del crudo nos favorece. De ninguna manera negociaremos como hicimos con Geopark en el lote 64, que recibió el 75%, mientras nosotros el 25%. Lo que ofrecemos por el lote 192 nos da la posibilidad de ir arriba de 40% como parte societaria", anota James Atkins, presidente de la estatal. ¿Qué ofrece Petro-Perú? Pues, 130 millones de barriles de reservas probadas, infraestructura y 13 mil barriles diarios de producción, lo suficiente para atraer la atención de empresas como Cepsa, la misma Frontera y Sonatrach, la petrolera más importante de África y una de las 10 más grandes del mundo.