Los operadores han aumentado sus apuestas a que el petróleo estadounidense podría subir a US$ 100 por barril el próximo año, un hito que hasta hace poco muchos consideraban impensable debido a un crecimiento récord de la producción de Estados Unidos y a una demanda global relativamente estable. Sin embargo, el inminente retorno de sanciones estadounidenses contra Irán, que entrarán en vigor en noviembre, y embotellamientos que impiden que el petróleo de Estados Unidos llegue al mercado han alimentado un alza que ha llevado a los precios referenciales del petróleo a máximos de cuatro años. Ayer, los futuros del petróleo en Estados Unidos perdieron 2.72% llegando a los US$ 74.33.