Los profesionales petroleros esperaban que el miércoles pasado sería el día D para su atribulado sector. El rumor generalizado, en efecto, señalaba esa fecha como la indicada para que el pleno del Congreso debata y apruebe el proyecto que modifica la Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH); norma elaborada para reactivar las inversiones en petróleo, que han descendido alarmantemente en el último lustro.Sin embargo, no fue eso lo que ocurrió. Inesperadamente, el dictamen fue desviado a la Comisión de Pueblos Andinos y Amazónicos. ¿Qué motivó esta vacilación del Ejecutivo?En días previos, el Ministerio del Ambiente (Minam), la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Cultura (Mincul) hicieron sucesivas observaciones al dictamen del proyecto, las cuales fueron subsanadas, en mayor o menor medida, por el Ministerio de Energía y Minas (MEM). Por ejemplo, Fabiola Muñoz, titular del Minam, dijo a este Diario que su cartera ya había "consensuado una propuesta conjunta" con el MEM. Sin embargo, Vanessa Cueto, presidenta de la asociación civil DAR, apunta que faltan resolver las objeciones del Mincul y la Defensoría; particularmente la referente a "la necesidad de que la nueva LOH pase por una consulta previa legislativa".Pero ese no sería el detonante de la contramarcha gubernamental. "La objeción, esta vez, parte de la bancada oficialista", aseguró a Día1 una fuente del sector.Según esta y otras fuentes consultadas, al partido de gobierno no le habrían quedado muy claras las implicancias económicas del proyecto, debido a la ausencia de un debate técnico abierto sobre el tema (es decir, fuera del ámbito petrolero).En particular, el Ejecutivo habría recibido quejas de varios congresistas de Loreto, que temen que la renegociación de las regalías, contempladas en la nueva LOH, reduzcan aun más los ingresos por canon en esa región.Por esta razón, Perú-Petro se reunió el 24 y 28 de setiembre con la bancada oficialista para explicar los alcances económicos del proyecto, una discusión que debía darse tarde o temprano.Las perspectivas para la industria petrolera son dramáticas. "Hemos tocado fondo. En el 2017 cerramos con una producción promedio de 44.000 barriles diarios de petróleo (bpd). Si no tomamos medidas, iremos a 15.000 bpd pronto", alertó Seferino Yesquen, presidente de Perú-Petro,en el XIX Congreso Peruano de Geología.Eso significa que la importación de hidrocarburos, que hoy es responsable del 80% del consumo local (US$5.000 millones), crecerá en importancia, dejando al proyecto de modernización de la refinería de Talara como un elefante blanco, pues tendrá que importar la mayor parte de sus materias primas a un precio más elevado."Si eso es lo que se desea, mejor desaparezcamos la industria petrolera y nos dedicaremos a importar petróleo y diésel", exclama Yesquen.